Londres, 7 ago (EFE).- La ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Londres tendrá lugar el próximo domingo en el estadio de Stratford ante unas 80,000 personas y promete ser un gran espectáculo musical en el que participarán bandas británicas.
Según los organizadores de Londres 2012, la clausura llevará el nombre de «Una sinfonía de la música británica» y rendirá homenaje a las mejores bandas y canciones producidas en el Reino Unido en los últimos cincuenta años.
Los detalles de qué pasará el domingo no han sido revelados, pero se espera que participen el grupo «Take That» y el cantante George Michael, al tiempo que hay rumores de que las «Spice Girls» podrían volver a reunirse para cantar en el estadio olímpico.
Recientemente, la «spice girl» Victoria Beckham, mujer del jugador de fútbol inglés David Beckham, sugirió en su cuenta Twitter que las chicas podrían actuar el domingo.
Según los medios británicos, en la clausura Kim Gavin se inspirará en los lugares más emblemáticos de Londres para mostrar de alguna manera al reloj Big Ben del Parlamento de Westminster, el puente de la Torre de Londres y la Noria.
Además, participarán unos 3,500 voluntarios adultos y 380 niños de seis barrios del este de la capital británica, donde está la villa olímpica, además de artistas de circos.
Como marca la tradición olímpica, los atletas entrarán esta vez todos juntos en el estadio y no separados por países como en la ceremonia de inauguración, pues el mensaje es reunirlos como «una sola nación», en señal de amistad y cooperación internacional.
También se desplegarán tres banderas: la de Grecia, por ser el país donde nacieron los juegos; la del Reino Unido, el anfitrión de Londres 2012, y la de Brasil, próxima sede de los Juegos de 2016.
Y el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, hará un discurso para declarar clausurado el evento, antes de que se apague la llama olímpica del pebetero.
Se esperan también muchos fuegos artificiales y juego de luces como en la ceremonia de inauguración, que recibió excelentes críticas en todo el mundo. EFE
